“Educar es una tarea exigente y ardua. Exige paciencia, observación y creatividad; pero sobre todo amor, es decir, saber que el otro tiene un bien que tú tienes que ayudar a descubrir y hacer crecer”. (Santiago Arellano)

Gracias maestro por sembrar los valores, la sabiduría, la ciencia, la curiosidad en cada uno de los estudiantes que con el día a día construimos historia.

Es una ocasión especial para reconocer y destacar las múltiples cualidades y habilidades de nuestros maestros, son ellos los hacedores de nuestra vida, quienes orientan y nos aconsejan sobre qué hacer y cómo hacerlo en situaciones complejas, de aprendizaje y conocimiento, pero que siempre están ahí dispuestos a ayudarnos a tejer nuestros proyectos de vida.

Por siempre MAESTROS, gracias por dejar huella imborrable, por marcar nuestras vidas, por tomar de su tiempo, la paciencia y la tenacidad para escucharnos, para apoyarnos y corregirnos. Sus enseñanzas siempre estarán presentes en nuestras mentes.